El plantel Violeta que encarará la temporada 2012/13 de la Primera B Metropolitana.
La última vez que Villa Dálmine se presentó de manera oficial fue el 24 de mayo pasado. Y no fue un partido más: fue el partido que le dio el campeonato de la Primera C y, así, el ansiado regreso a la Primera B Metropolitana. Un regreso que se concretará formalmente esta tarde en Vicente López, frente a Platense, por la 1ª fecha de la Temporada 2012/12 de la divisional. Un regreso que se demoró 16 largos años en los que el Violeta quedó confinado a la “C”.
Sobran estos datos, entonces, para entender la expectativa que se ha generado en torno a Villa Dálmine y este debut. Por eso, se supone, muchos simpatizantes Violetas no “resistirán la tentación” y, seguramente, se “infiltrarán” esta tarde en el estadio Ciudad de Vicente López ante la prohibición existente para el público visitante.
Mientras, el plantel de Villa Dálmine aguarda un debut que tendrá varias aristas. Porque, obviamente, estará en juego un resultado. Porque se esperan estos partidos para confirmar o rectificar el rumbo elegido, para “saber dónde se está parado”. Y porque nada es tan importante como el primer paso.
En cuanto a las evaluaciones, vale tener presente que el equipo conducido por Walter Otta presentará cinco bajas obligadas: Pablo De Nicola (distensión de ligamentos de la rodilla), Damián Acosta (desgarro), Julio Navarro (suspendido), Santiago Prim (inhabilitado porque no llegó el transfer) y Maximiliano Badell (suspendido). A ello hay que sumarle que otros tres jugadores no trabajaron con normalidad durante la semanas porque arrastran diferentes molestias: Horacio Falcón (traumatismo), Federico Gásperi (contractura) y Ezequiel Fernández (sobrecarga muscular).
Sin embargo, Villa Dálmine ha conformado un plantel “largo” para esta temporada. Es cierto: sin jugadores de renombre para la divisional, pero con diferentes variantes y reemplazantes para afrontar este tipo de situaciones como la que se le presenta hoy. Pero, por sobre todo, se ha mantenido un grupo que, como lo explicó su entrenador, tiene “ganas de demostrar que no se conforma con el ascenso obtenido y ganas de demostrar que están a la altura de este nuevo desafío”.
Entre las bajas y las dudas, la formación de Villa Dálmine para esta tarde sería con Agustín Gómez; Juan Ferreira, Daniel Cerruti, Ezequiel Fernández y Federico Gásperi; Gastón Sánchez, Horacio Falcón, Renso Pérez, Esteban González; Raúl Pérez; Damián Salvatierra. En tanto, Eduardo Dávila, Juan Celaya, Bernardo Zeballos y Diego Grecco podrían convertirse en los reemplazantes de Fernández, Gásperi y Falcón, si no logran superar definitivamente las molestias físicas que arrastran.
El partido ante Platense está pautado para las 15.30 horas en el estadio Ciudad de Vicente López y será arbitrado por Julio Barraza.
El rival: Platense
No será un debut sencillo para Villa Dálmine. El Club Atlético Platense es uno de los “grandes” de la divisional, con muchos años de historia en la Primera “A”. En la pasada temporada, cayó en semifinales del Torneo Reducido ante Nueva Chicago y, ahora, ha cambiado a buena parte de su equipo y también al cuerpo técnico: Marcelo Espina reemplaza a Fabián Nardozza.
Entre los refuerzos más importantes que sumó para esta temporada, figuran el arquero Claudio Flores (lesionado), los defensores Gonzalo Peralta y Facundo Talín, el mediocampista Cristian Vergara y los delanteros Sebastián Matos y Facundo Melivillo. Además, cuenta con Juan Manuel Olivares, uno de los mejores “enganches” del fútbol de ascenso de nuestro país.
Para esta tarde, Platense formaría con Nicolás Angeliotti; Maximiliano Barreiro, Facundo Talín, Gonzalo Peralta, Hernán Mattiuzzo; Juan Manuel Olivares, Jorge Medina, Guido Rutili, Cristian Vergara; Facundo Melivilo y Sebastián Matos.
El historial
Villa Dálmine nunca le ganó a Platense en su historia. En torneos del Ascenso, logró un empate la primera vez que se enfrentaron (en mayo de 1964) y, después, perdió los siguientes tres partidos ante el Calamar (otro en 1964 y dos en 1976).
Sin embargo, la última vez que se vieron las caras, el festejo fue “Violeta”. El pasado 5 de octubre, por la Copa Argentina, Villa Dálmine le sacó, con 10 hombres, un agónico empate 1-1 (gol de Marcos Jendrulek) y luego, en los penales, eliminó a Platense y avanzó a la siguiente ronda en la que enfrentó a San Lorenzo de Almagro.
