Fue el equipo más goleador y el que menos goles recibió. Fue el que más victorias logró y el que menos derrotas sufrió. Tuvo a uno de los goleadores del campeonato. Y en el momento caliente casi no falló: 80% de eficacia en las últimas 8 fechas.

Los números del Villa Dálmine campeón ratifican su condición de "mejor de la temporada".
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En cada uno de los partidos que Villa Dálmine jugaba como visitante, los rivales solían remarcar, en las declaraciones posteriores al encuentro, que el Violeta era el mejor equipo de la divisional y que, seguramente, era el que iba a terminar logrando el ascenso. El mismo comentario repetían periodistas partidarios y también dirigentes de otros clubes. O sea: en la divisional, prácticamente había unanimidad en cuanto a los merecimientos del conjunto que dirige Walter Otta.
Y para sumarle un sostén más a esos merecimientos futbolísticos, están los números. Sí, las frías estadísticas también confirman que Villa Dálmine fue un justo campeón. A saber:
-Más y menos, siempre positivo: Villa Dálmine fue el equipo que más victorias logró en el campeonato (20 en total) y fue el que menos perdió (7, al igual que UAI Urquiza). Fue el que más goles convirtió (61) y el que menos recibió (30, al igual que JJ Urquiza).
Firme en la definición: A pesar de la inesperada y dolorosa derrota ante Español, el Violeta obtuvo 19 de los últimos 24 puntos en juego (casi el 80% de efectividad). De las últimas ocho fechas, ganó seis partidos, empató uno y perdió aquel ante el Gallego.
-Local y visitante: Fue el segundo mejor equipo como local (logrando el 67% de los puntos) por detrás de UAI Urquiza y el segundo mejor como visitante (58% de efectividad) por detrás de Cambaceres. O sea: sumó con frecuencia puntos importantes tanto en casa como de visitante.
-Un equipo goleador: Ya fue dicho que Villa Dálmine fue el conjunto más goleador de la temporada con 61 tantos. Su máximo artillero fue Damián Salvatierra, con 16 (terminó igualado con Vera, de El Porvenir, y Salomone, de Berazategui, en lo más alto de la tabla de goleadores). Sin embargo, la gran característica del equipo de Walter Otta fue la capacidad de varios jugadores de sumar una interesante cantidad de goles. José Manuel Cáspary convirtió 9, Renso Pérez y Mariano Gorosito marcaron 6 cada uno, y Gastón Sánchez, Sergio Diduch y Julio Navarro, 5 cada uno.
-El mejor en los segundos tiempos: Villa Dálmine fue el equipo que mejores resultados obtuvo en los segundos tiempos. Un dato que abre una ventana para elogiar la condición física del equipo. Tomando en cuenta sólo los ST, Villa Dálmine sacó 72 puntos y en segundo lugar quedó Camabaceres, con 61.
-Rachas invictas: Villa Dálmine finalizó el campeonato con un invicto de 5 partidos (cuatro triunfos y un empate). Durante la temporada, logró dos rachas de 11 juegos invicto. Una fue en la primera rueda, con 8 victorias y 3 igualdades. La otra fue entre la 18ª y la 28ª fecha, aunque más irregular: 5 victorias y 6 empates.