lunes, 6 de agosto de 2012

Un domingo histórico en Vicente López



En su regreso a la Primera B Metropolitana después de 16 años, Villa Dálmine venció por primera vez en su historia a Platense. Fue 3 a 2, en un partido en el que el equipo de Walter Otta fue de menor a mayor para quedarse con un merecido triunfo.
Cerruti, uno de los debutantes en el Violeta, cumplió en el fondo.

Choque de 5. Falcón le ganó el duelo a Rutili en la media cancha.

Esteban González acompañó al Duddy Pérez en la administración del juego Violeta.

Juan Ferreira, que jugó como lateral derecho, debutó en Villa Dálmine.

El Toro Salvatierra falló una clara en el primer tiempo. En el segundo no perdonó.

La formación con la que Villa Dálmine debutó en esta temporada de la Primera B.

Era grande, enorme, la expectativa que se había generado por el regreso de Villa Dálmine a la Primera B Metropolitana después de 16 años. Sin embargo, también había mesura para el debut. Es que se jugaba como visitante ante Platense, uno de los grandes de la divisional que se había reforzado en buena forma.
 
Pero, concluido el partido en Vicente López, ya no había más mesura ni expectativas en el pueblo Violeta: solo había rostros de felicidad y una alegría extrema. Incontenible.
 
Y no era para menos. La victoria 3-2 sobre el Calamar tuvo ribetes emotivos, dramáticos e históricos. Y dejó en claro que este equipo de Villa Dálmine no llegó a la Primera B para “ver qué pasa”. El Violeta demostró que está para pelear, para luchar y para jugar también, en una actuación que fue de menor a mayor y que se puede dividir en diferentes tramos.
 
Inicio
 
En los primeros minutos se lo notó incómodo a Villa Dálmine. Sin embargo, no sufrió más que una llegada peligrosa: fue a los 30 segundos de juego, cuando Melivillo le ganó las espaldas a la última línea y llegó a eludir a Agustín Gómez, sin encontrar luego espacios para definir.
 
En este lapso del partido, los jugadores sufrieron el clima húmedo: la cancha estaba blanda y rápida y a varios futbolistas de ambos equipos les costó hacer pie firme. Así, se alternaron imprecisiones.
 
Momento de quiebre
 
A los 29 minutos, luego de que Agustín Gómez controlara un tiro libre de Talín, Villa Dálmine tuvo su primera situación clara: Salvatierra aprovechó un mal retroceso de la defensa local, llegó a la medialuna del área en buena posición y sacó un remate que se fue pegadito al palo. Parecía que podían surgir dudas en Platense, pero pasó todo lo contrario: en la respuesta, a los 30 minutos, Melivillo escapó por izquierda y mandó el centro de la muerte” que Fede Gásperi terminó metiendo en su propio arco. Era un castigo exagerado.
 
Despertó el Violeta
 
En desventaja, el equipo de Walter Otta se “soltó”. Comenzó a manejar mejor el balón, con mayor participación de Esteban González y el Duddy Pérez. Así fue creciendo en el partido. Y así llegó al empate: a los 43, Fede Gásperi tomó un rechazo defensivo de Mattiuzzo en campo de Platense y, tras acomodarse, ubicó una asistencia precisa para Renso Pérez, quien se filtró en el área y definió de zurda al primer palo del arquero Angelotti.
 
El empate se ajustaba más a lo que había sucedido en el primer tiempo. Y si el marcador mostró signos de justicia al final de esa primera parte, terminó siendo también responsabilidad de Agustín Gómez: en la última acción del PT, el arquero Violeta se lució brillantemente ante una llegada solitaria de Melivillo tras el centro de Barreiro.
 
El momento Violeta
 
El inicio del segundo tiempo le perteneció a Villa Dálmine. Con mayor decisión para jugar en campo rival y volcando el juego sobre el sector derecho de la defensa de Platense, comenzó a mostrar lo mejor de su ofensiva. A los 6 minutos, avisó tras un desborde y centro de Renso que terminó siendo apenas largo para la llegada del Duddy Pérez. Y dos minutos después, otra vez por izquierda, se combinaron los Pérez y fue el Duddy el que metió el buscapié que Salvatierra desvió al fondo de la red para el 2-1 transitorio.
 
El gol terminó de desconcertar a Platense. Y hasta pareció que Villa Dálmine podía extender su ventaja. Cerca estuvo Esteban González con un tiro libre que  pico y pegó en la parte externa de la red de un Angelotti que ya estaba vencido.
 
El empate de Platense
 
Si bien había tenido una clara en los pies de Olivares (se la bajó Matos) a los 19 minutos de ese ST, poco había mostrado el local para llegar a la igualdad. Por eso, necesitó de un fallo dudoso de Barraza, quien consideró intencional una mano de Cerruti que pareció casual, en una jugada de mucho forcejeo en la puerta del área. Pero no fue la única “ayuda” que necesitó Platense. Porque Matos ejecutó el penal y Agustín Gómez, tirándose a su izquierda, lo desvío. Entonces, intervino el juez de línea, quien, increíblemente, marcó adelantamiento del arquero Violeta. Y en la segunda oportunidad, Matos no falló.
 
No pasó nada
 
El empate le dio aire a Platense, que comenzó a ser empujado también por su gente. Sin embargo, Villa Dálmine reaccionó con madurez y aplomo a ese momento adverso. Incluso, pudo haber recuperado rápidamente la ventaja, pero Angelotti salvó brillantemente una entrada del Menchu Fernández por el segundo palo. Y siguió siendo más el Violeta ante un Platense que sólo se acercaba al área con centros y pelotas paradas.
 
Cambios y triunfo
 
En el tramo final del encuentro, Walter Otta movió el banco y encontró buenas respuestas en Yair Rodríguez y Héctor Arrigo. Y, a su vez, encontró la victoria en esos cambios: porque con los ingresos de Yair y Arrigo, sacó al Polaco Sánchez y al Duddy Pérez y mandó a Renso a la derecha. Y por ese sector ingresó a los 41 minutos la figura de la cancha para conectar, de palomita, el centro preciso que Arrigo envió casi desde el córner opuesto. Entonces, Vicente López enmudeció. Y el festejo fue bien campanense: todo Violeta.
 
Primera victoria ante Platense
 
Villa Dálmine logró ayer la primera victoria en el historial frente a Platense. Hasta este triunfo 3-2, sólo había logrado dos empates. Uno, en el primer partido entre ambos, en 1964: 1-1 con gol de Puerto. Y otro, en la inolvidable noche de Copa Argentina, cuando el Violeta terminó eliminando al Calamar en la definición por penales.
 
Los otros tres encuentros disputados entre ambos fueron victorias de Platense: 5-0 en 1964 y 2-1 (en Atlanta) y 1-0 (en Vélez) durante el Cuadrangular final por el ascenso a la A en 1976.